Mermelada de naranja sanguina
Las naranjas sanguinas son una variedad con un intento color rojo y un sabor más pronunciado, por lo tanto la mermelada también va a tener un sabor más fuerte y necesitaremos mayor cantidad de edulcorante para equilibrarlo.
Normalmente, las naranjas sanguinas tienen una época de producción bastante breve, únicamente durante el invierno, así que te sugiero que compres todas las que puedas y las conserves en mermelada durante todo el año, si te es posible.
Te aconsejo que no cuezas demasiado la mermelada o tendrá un sabor acaramelado.
Ingredientes que vamos a utilizar:
- 1 kilo de naranjas sanguinas
- 1,200 kilos de azúcar (más o menos al gusto)
- 2 litros de agua
- 480 ml de zumo de naranja sanguina recién exprimido
- 120 ml de zumo de limón recién exprimido
Indicaciones para hacer mermelada de naranja sanguina:
Prepara 6 ó 7 tarros de mermelada esterilizados en agua hirviendo con las tapas. Introduce un plato en el congelador.
Lava las naranjas y sécalas con un papel de cocina. Corta el tallo con un cuchillo afilado y trocea la naranja lo más finamente posible con ayuda de una mandolina.
Coloca las rodajas de naranja en una olla (que no sea de aluminio o reaccionará con el ácido de los cítricos) junto con los dos litros de agua, y ponlo a calentar a fuego medio-alto hasta que empiece a hervir.
En ese momento, reduce la temperatura a fuego medio y deja que cueza durante 15 minutos, sin tapa y revolviendo frecuentemente.
Pasado el tiempo, apártalo del fuego y deja que enfríe un poco. Agrega el azúcar, el zumo de naranja y zumo de limón. Vuelve a ponerlo al fuego a fuego medio alto durante 10 minutos.
Entonces, reduce la temperatura y deja que cueza, revolviendo frecuentemente, hasta que la mermelada tenga una consistencia ligeramente espesa y gelatinosas, de 7 a 10 minutos de más (pero vete comprobando).
Apártalo del fuego. Para comprobar si la mermelada está lista, pon 1 cucharadita de la mermelada en el plato frío y vuelve a introducirlo en el congelador durante 2 minutos.
Al sacarlo, la consistencia tiene que ser de mermelada. Si no lo es, continua la cocción durante 1 ó 2 minutos más, y vuelve a comprobarlo.
Puedes consumir la mermelada en el día a temperatura tibia o fría, y conservarlo por 3 días más en la nevera, o embotarlos para que se mantengan perfectos durante casi un año.
Si los vas a embotar, deja espacio en la parte de arriba y elimina las posibles burbujas que se hayan formado. Limpia los bordes y ciérralos con las tapas.
Ahora tienes que introducirlos en agua hirviendo durante 10 minutos y así se sellarán herméticamente los tarros. Si por cualquier razón no se sella correctamente un tarro, lo puedes guardar en el frigorífico hasta 1 mes.